viernes, 9 de septiembre de 2011

La buena estrella


Siendo la época de Navidad, es bueno hacer un paralelismo entre la famosa “buena estrella” y la flor de Bach llamada en inglés Star of Bethlem (cuya traducción literal sería Estrella de Belén pero que se ha traducido, id a saber por qué, por Leche de Gallina). La designaré, pues, por su abreviación inglesa en el sistema de Bach, STB, con el fin de evitar confusiones.
Este año, por varias razones, la estrella ha cobrado más importancia en mi vida. No por nada, pues, la mencioné en mis felicitaciones navideñas deseando a los míos “que puedan distinguir su buena estrella brillar en la noche”.
No eran sólo palabras para adornar la tarjeta: STB es, de hecho, una flor que nos guía literalmente cuando hemos perdido el norte. Sus seis pétalos recuerdan simbólicamente la estrella de David. La “noche” representa, por supuesto, nuestros traumas y sufrimientos.
STB nos indica el camino “correcto”, de acorde con nuestra intuición, lo que, según Bach, es lo justo.
Esa conexión con la intuición se puede perder de numerosas maneras pero STB trata principalmente los traumas no resueltos; también  fenómenos y sensaciones que nos han impactado desde el momento de nuestra misma concepción. La flor ayuda a aquél o aquélla que ha resistido al golpe y, por lo tanto, no ha dejado aflojar la emoción o cuya represión es tan fuerte que ni se da cuenta que aun tiene un trauma por superar.
Ese “golpe” puede ser un acontecimiento que ciertas personas verán como “irrelevante” cuando a uno le provocó gran dolor. La subjetividad “reina”, pues, y se ha de respetar la percepción de cada uno sin medir las “catástrofes” en función de la sensibilidad estándar de la mayoría.
Muchas veces, el ser humano se siente perdido y a la deriva a causa de sus numerosos traumas y STB le ayuda  a retomar la conexión consigo mismo, lo que es otra manera de decir que encontrar su “buena estrella”.
Pareceré mística, iluminada o ingenua pero creo también sinceramente que cada uno tiene un camino del cual se aparta por varios motivos y que volverlo a encontrar es fundamental para sentirse anímicamente mejor.
Una buena manera es superando nuestros traumas pasados. He visto STB devolver “luz” a muchos y cualquier terapeuta que ha trabajado con flores de Bach os confirmará que es una flor radical  (porque va a la raíz del shock). Nos ilumina realmente, sea cual sea nuestra religión o creencia. Aporta lucidez hasta a estas pesadillas que reflejan nuestras heridas y nos permite verlas como acontecimientos y no como una crucifixión o (más adecuado al momento) a la masacre de los Inocentes.
Siempre hay una noche y siempre hay traumas en nuestras vidas, pero siempre también hay un día y sobre todo, siempre hay una estrella en la noche, es decir la esperanza (y la certeza) de salir del paso. Mejor para cada uno no olvidarlo. ¡Feliz Navidad!

Isabelle TOUSSAINT
2009

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