miércoles, 30 de noviembre de 2011

Soñar o vivir: dos caras de la misma moneda.




Soñar o vivir: dos caras de la misma moneda.

Mi intención era hablarles de otro grupo de flores de Bach, el del desinterés por el presente, que comprende las siguientes esencias: Clemátide (CLE), Madreselva (HON), Olivo (OLI), Mostaza (MUS), Castaño Blanco (WCH), Rosa silvestre (WRO), y Brote de Castaño (CHB).
Todas son flores que nos centran y conectan con la madre Tierra, que permiten comprometernos con nuestra vida e implicarnos en nuestro proceso para disfrutar y avanzar.
La falta de interés por el presente puede tomar varias formas: algunos sentimos nostalgia y no cortamos con el pasado; otros no podemos aprender ninguna lección, sea práctica, emocional o “espiritual”; ciertas personas sufren una perdida de fe en su vida; otras son melancólicas sin razón aparente;  unos parecen indiferentes y viviendo en el futuro; otros no tienen energía para nada. Estas diversas “dolencias” esconden una falta de conexión con el ahora, la cual provoca una huida hacia el pasado, el futuro, las enfermedades, la tristeza y/o la nerviosidad: todo menos disfrutar y afrontar el presente.
Comenzaré, pues, con CLEMATIS, la Clemátide, esencia de los soñadores por excelencia, de la gente que prefiere proyectarse en el futuro. Me recuerda una frase de Jacques Brel: “El hombre que sueña siempre gana”, la cual me parece acertada siempre y cuando uno mantenga los pies en la tierra. CLEMATIS nos enseña que los dos conceptos son totalmente compatibles. Es más, creo que desarrollando una actividad artística se puede sanar esa indiferencia por el ahora que caracteriza a los “Clemátides” y fomentar la realización de los sueños.
Otra esencia que nos centra es la CHESNUT BUD, Brote de Castaño. Es sobre todo una flor básica para cualquiera, ya que nos enseña la inteligencia emocional y el auto-conocimiento. Es útil para gente cuya torpeza, distracción y prisas les impiden ver el mundo y les lleva a repetir constantemente los mismos errores, sintiéndose atrapados en esquemas y alejados de las necesidades ajenas o propias.
La siguiente esencia se llama Mostaza, MUSTARD y es la flor perfecta en casos de depresión cuya causa es desconocida. La melancolía  hace que la mente no está disponible, ya que está en duelo. Es como si una nube negra nos impidiese ver el cielo bonito y azul, nube que MUS borra del cielo para ayudarnos a disfrutar del día soleado y sereno.
Pasemos ahora al  WHITE CHESTNUT (Castaño Blanco) que corta los pensamientos negativos y repetitivos, esas voces que nos hacen pensar que estamos en el pasado o en el infierno y actúan como pantalla entre nosotros y el mundo, nublando nuestro criterio con obsesiones y tortura mental. Tomando esta maravillosa esencia, vemos que el presente se vuelve lo suficientemente interesante como para ocupar nuestra mente y mantenernos lejos del ruido y la furia.
A su vez, el Olivo, OLIVE, aporta su granito de arena a los desconectados, sanando a los que han vivido un largo padecimiento que les ha dejado sin fuerzas ni vitalidad y que no pueden reprender su vida presente.
La Rosa Silvestre, WILD ROSE, nos pincha literalmente si hemos perdido la fe en la vida y facilita la implicación en nuestra existencia y proyectos actuales.
Por fin, HONEYSUCKLE, la Madreselva, nos desconecta de nuestras historias de antaño para centrarnos en el ahora y evitar la nostalgia de los que se refugian en el pasado y que no se enfrentan a lo que hay.
Todas estas flores nos asientan, pues, en el hoy y ahora, único lugar donde nos podemos comprometer y responsabilizar, ya que el pasado, pasado está y el futuro, incierto.
El poder del ahora genera por lo tanto una fuerza liberadora, ya que corta con las cargas emocionales pasadas y ayuda a concretar planes.
Se puede ver allí un carpe diem tal como los veían los epicúreos: lúcido, inteligente, sensato y liberador.
Soñar y vivir aparecen entonces como dos caras de la misma moneda, son inseparables: soñar significa hacernos libres, y dejar de encadenarnos a un pasado de miseria, a la tristeza y desmotivación crónicas o a un futuro utópico. AHORA SÍ“El hombre que sueña, siempre gana”.


Artículo: Isabelle TOUSSAINT
Ilustración: LEÓN MARTÍ TOUSSAINT, la Mostaza